En la cocina, hay recetas que se vuelven icónicas. Platillos que no necesitan cambiar, solo refinarse con el tiempo. A veces se les ajusta la cocción, se les da un nuevo maridaje, se presenta con un emplatado más honesto a lo que ya son: una joya que no envejece, solo madura.

Así es también una marca como Argentilia. Una que no cambia. Evoluciona.

No es rediseño. Es sazón. Es maduración.

Después de casi 30 años de trayectoria, la esencia de Argentilia está más firme que nunca.
Ya sabemos quiénes somos. Lo sabe nuestro equipo. Lo saben nuestros comensales.

No necesitamos ser otros. Solo queremos expresarnos con más claridad, más intención y más fidelidad a lo que realmente somos.

Porque una marca, como una receta, no necesita transformarse para seguir conquistando.
Solo necesita un nuevo corte, una presentación que eleve lo que ya estaba ahí:
el fuego, la memoria, la tradición, la emoción.

Una imagen que respira lo que ya somos

No estamos buscando una piel nueva.
Estamos sacando a la luz la que ya tenemos: esa hecha de piedra, de humo, de vino, de historias servidas en platos humeantes y en atardeceres en la terraza.

La nueva imagen de Argentilia no sustituye nada. Complementa. Refuerza. Realza.

Como cuando se termina un platillo con un toque de aceite de oliva, una ramita de romero o un rallado final de queso maduro.

La base sigue ahí. La esencia no se toca. Solo la servimos con la elegancia que merece.

Una marca que escucha y se adapta, sin perder el alma

Argentilia ha crecido porque escucha:

• A sus clientes, que han hecho de este lugar su favorito.
• A sus colaboradores, que cocinan con orgullo.
• Al tiempo, que pide evolución sin traición.

Esta nueva etapa visual no es para ser distintos, es para ser más nosotros.
Más nativos.
Más fieles al fuego.
Más honestos con lo que nos define.

Seguimos siendo el Asador Nativo

Eso no cambia. Nunca cambiará. Solo que ahora, lo decimos con más fuerza. Con más presencia. Con una identidad visual que abraza todo lo que somos: tradición, calidad, calidez y esa emoción que solo da una cocina hecha con verdad.

Bienvenidos a la evolución de Argentilia

El sabor, la experiencia, el fuego: siguen igual. Pero ahora, el emplatado es más fiel a lo que representamos.

Argentilia evoluciona.
El alma permanece.
Y el fuego… siempre arde.